Cambios hormonales
¿QUÉ SON?
Las hormonas se definen como "sustancias químicas fabricadas por glándulas que, al verterse en la sangre, estimulan y regulan los procesos vitales del organismo".
Las hormonas influyen globalmente tanto nivel físico como a nivel psicológico. Se sabe que intervienen en prácticamente todos los mecanismos de nuestro organismo y que su exceso o escasez puede provocar enfermedades tales como el bocio, la diabetes, etc.
Durante la niñez, hay dos hormonas encargadas de regular el crecimiento: la hormona tiroidea y la hormona del crecimiento, pero durante la adolescencia entran en juego las llamadas hormonas sexuales: los andrógenos, los estrógenos y la progesterona.
En la parte baja del cerebro se encuentran dos órganos estrechamente relacionados: el hipotálamo, que es el centro de regulación y de control, y la hipófisis, que es el director de todo el sistema hormonal. A partir de aproximadamente los 8 años, la hipófisis, estimulada por el hipotálamo, se pone en funcionamiento y secreta dos hormonas, la hormona folículo-estimulante y la hormona luteinizante, en un primer momento esta secreción hormonal no se manifiesta externamente.
Con el tiempo la presencia de FSH y LH aumenta progresivamente provocando que los ovarios se pongan en funcionamiento, así los ovarios estimulados secretarán los estrógenos y otras hormonas sexuales.
PRIMEROS CAMBIOS
¿Cuales serán los cambios hormonales en la adolescencia? Las primeras acciones de estas hormonas durante la adoslescencia se manifiestan con la aparición del vello púbico y el inicio del crecimiento del pecho. A partir de este momento los cambios hormonales no paran, aunque se irán notando lentamente en un proceso que dura unos dos años y finaliza con la aparición de la ovulación. En un momento determinado, debido a estos cambios hormonales durante la adolescencia, los ovarios comienzan a liberar los óvulos que han estado almacenados desde el nacimiento. Esto da inicio al ciclo menstrual mensual, del que la regla es sólo una parte. Se llama menarquia a la aparición de la primera regla e indica que la mujer potencialmente ya puede quedarse embarazada.
Pero además, este cambio hormonal en la adolescencia se manifiesta de otras maneras. Así, las glándulas sudoríparas se vuelven más activas y se empieza a tener un olor particular ya que el contenido del sudor es diferente al de un niño pequeño. Las hormonas durante la adolescencia estimulan las glándulas sebáceas y estas producen más sebo. Cuando hay una gran cantidad de sebo, este puede obstruir los poros de la piel y producir el acné.
Más cambios hormonales que se manifiestan durante la adolescencia serán los responsables del aumento del interés sexual. En este aspecto debes saber que si bien físicamente una chica se puede considerar sexualmente madura al finalizar la pubertad esto no quiere decir que, cultural o emocionalmente, esté preparada para iniciar las relaciones sexuales. Normalmente la evolución psicosocial necesaria para iniciar la vida sexual requiere un periodo de tiempo más largo por lo que se adquiere durante la adolescencia.
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